
Cellnex se ha ofrecido a las filiales españolas de Vodafone y Orange para optimizar sus futuras infraestructuras pasivas comunes de telecomunicaciones. Según ha explicado Tobías Martinez, estas compañías deben realizar sus reuniones para coordinar el próximo despliegue de 5G y, a continuación, "deberían plantearse si les interesa externalizar sus torres o qué tipos de servicios pueden confiar a un tercero, con un contrato sólido de operaciones que les garantice el acceso a las infraestructuras en los próximos 20 o 30 años".
El primer ejecutivo de la compañía ha asegurado que "la propiedad de las torres de telefonía no es un negocio estratégico para los operadores de telecomunicaciones". Por ese motivo, el directivo ha animado a los principales jugadores del sector a dedicar las inversiones destinadas "a los hierros de los emplazamientos de las antenas" a otras actividades que aporten más valor, como puede ser la reducción de deuda o la reinversión en su negocio, por ejemplo.
En la rueda de prensa previa a la Junta de Accionistas, Martínez ha explicado que "la monetización de las inversiones resulta fundamental para los operadores de telecomunicaciones, así como el desmontaje de duplicidades y la optimización de la planta solo con criterios industriales". En ese sentido, Martinez ha insistido en la conveniencia de liberar la propiedad de las torres a un especialista independiente, tras recordar que "disponer de cobertura ya ha dejado de ser una ventaja competitiva para las compañías de telecomunicaciones".
Marco Patuano, presidente de Cellnex, ha invitado a los reguladores europeos a que encuentren una "fórmula que favorezca a los operadores sin que ello signifique perjudicar al cliente, con más innovación, mejores redes y mayores velocidad de conexión". En su opinión, se trata de un "discurso que hay que mantener con la UE" tras reconocer que "las decisiones de los últimos años han sido muy negativas para el desarrollo de la innovación tecnológica en Europa".
Ante los posibles objetivos de compras que pudiera tener Cellnex, su consejero delegado ha aclarado que "por el hecho de preguntar la hora no significa que queramos comprar una fábrica de relojes". Según ha argumentado, "analizamos muchos proyectos y, al final, tenemos que decidir si conviene para nuestra estrategia". Así, Martinez ha indicado que "es un ejercicio de prioridades y de coherencia no negarse a analizar las posibles oportunidades, conscientes de que finalmente será el consejo quien decida qué es lo mejor. Es decir, no somos 'antinada', pero eso no quiere decir que vayamos a comprar todo".
En la Junta de Accionistas, los directivos de Cellnex han puesto la mirada en el crecimiento en Europa, especialmente de actualidad tras el reciente anuncio del acuerdo para adquirir y desplegar cerca de 15.000 nuevos emplazamientos en Francia, Italia y Suiza, con una inversión superior a los 4.000 millones de euros. En el mismo foro, Martinez ha recordado que Cellnex ha comprometido entre adquisiciones y emplazamientos a desplegar hasta 2027 más de 8.000 millones en crecimiento desde su salida a bolsa en mayo de 2015.
Un día después de la presentación de sus cuentas del primer trimestre, saldada sin beneficios ni perdidas, la compañía también ha propuesto a los accionistas aprobación de los resultados de 2018, "ejercicio marcado por el sólido crecimiento orgánico", con crecimientos de dos dígitos en ingresos (14%), ebitda (18%) y cash flow libre recurrente (10%).